La ingeniería es conocimiento, técnica, inventiva y también se trata de una actividad profesional. Hoy se aplica su descripción a hechuras disciplinarias varias del mundo laboral, científico y empresarial. Su grado académico goza de prestigio universitario por su dificultad y trascendencia social.
Tengo amigos y conocidos que son ingenieros y profesan en diferentes ramas de la ocupación empresarial y pública. Doy fe de su preparación y del mérito que suelen alcanzar con sus logros en las diversas actividades que desempeñan.
Hay personas ingeniosas. Individuos que cuentan con una especial característica personal, al margen de su condición y variedad comunes al resto de humanos, que se diferencian del resto por su perspicacia, ocurrencia y gracia.
Estos interesantes personajes, que yo los denominaría ingenieros del ocio y entretenimiento, han existido siempre. La historia, la literatura, el teatro y la cinematografía han proporcionado diversión y despreocupaciones al género humano, traídas de su listeza y sagacidad.
Para primera muestra donde las haya, nos lo describe exquisitamente Don Miguel, al presentarnos a su Don Quijote, como su universal ingenioso hidalgo.
Y ese estereotipo de personaje literario nos ha enseñado un buen puñado de verdades y razones de convivencia, curiosamente, cabal y grata, a muchas generaciones.
Recuerdo que, en años de mi infancia, cuando apenas existían medios audiovisuales y solo la radio al alcance de casi todos, y el cine o el teatro se ofrecía a los pobladores de ciudades mayores, en las pequeñas poblaciones actuaban de tanto en cuanto, para fiestas mayores y similares, los circos y las llamadas “comedias”.
La presencia de familias de comediantes y gentes del circo, presentando su diversidad de números de exhibición y actividades para chicos y grandes, suponían un acontecimiento excepcional que deslumbraba su entretenimiento.
Estoy releyendo estos días “El médico”, de Noah Gordon y tengo que referirme a Barber, su carromato rojo con su viejo caballo y los frascos de la engañosa Panacea Universal, que vende a la absorta concurrencia con el apoyo de su ayudante Rob, sorprendidos gratamente por malabarismos y chanzas varias.
Cuentos con dibujos, historietas y premoniciones imaginadas, han sido objeto de distracción practicados generalmente por ingeniosos magos, payasos y titiriteros, con los elementos más sencillos a su disposición y con gran ingenio de su parte.
¿Y que tenemos ahora en su lugar? pues que sigue el ingenio, ¡como debe ser!Lo distinto es que las nuevas tecnologías y el imponente soporte de la moderna IA, nos han traído la superior simulación del ingenio transformador de la realidad, que no la ficción personalizada, al hacernos ver situaciones no imaginadas -reales- con efectividad virtual ful. ¿Ud. me entiende, por cierto?
En estos días, la TV y las Redes sociales, nos atiborran de imágenes humanas, animales, cosas y naturalezas, absolutamente reales para nuestros sentidos de la vista y del oído -para pronto el resto- que no lo son, o si lo fueron, han sido manipulados y dotados de “vida” -movimiento y dicción- ficticios.
Cada vez más “reales”, nos hacen más escépticos y nos cuelan ingeniosamente lo que conviene nos entretenga o distraiga de lo que interesa. Podría decirse, sin temor a equivocarnos, que los bulos, el fango, la patraña y el engaño pueden mezclarse con la risa, la duda, la confianza y la mentira interesadas.
Pienso que es posible se esté creando entre nosotros una nueva civilización de confusión y conformidad que, como armas de dominio social, está interesando para implementar cambios en las relaciones públicas y sociales, donde la dependencia suceda a la libertad.
¡Vivan el ingenio y los ingeniosos! ¡Atención ingenieros del entretenimiento, cuidaros de nuestros derechos, garantizarnos que el disfrute de la vida se sostenga en el mantenimiento de valores y respuestas ordenadas frente a cualquier empujón malévolo contra toda intromisión personal, sobre todo moral!
Joaquín, ¡un 10 admirado! Te lo dice un ingeniero que siempre ha pensado que nos hace más ingenieros el ingenio, que la academia
ResponderEliminarComparto plenamente que se este creando una nueva civilización, la cuestión está adonde nos va a llevar. Preocupante muy preocupante para la generaciones venideras.
ResponderEliminarBrillante artículo, nuevamente.
Coincido con esta opinion, el problema es que tendremos dificultad en distinguir lo real de lo ficticio.
EliminarUn saludo.
Estupendamente explicado,aunque no sabemos donde podemos llegar
ResponderEliminarESTUPENDAMENTE expuesto como siempre
G racias
me ha gustado el ingenio es la salsa de la vida
ResponderEliminarEn el caso de la IA, el problema es poder detectar dónde reside la realidad de la noticia que nos están comentando. La presentación de los temas, tanto en sus imágenes, como en la posibilidad de los argumentos que exhiben entren dentro de unos parámetros de normalidad, hacen que cada vez sea más difícil discernir la verdad de una fabulación interesada.
ResponderEliminarEn este caso, el ingenio humano ha creado un instrumento que puede crear su propia destrucción, sin que, por el momento, contemos con su antídoto.
Felicidades por la substancia de tu articulo.
Felicidades por lo escrito! Como todos, muy bien!!!!
EliminarIngeniosa forma de escribir sobre el ingenio y los ingenieros... A eso, por suerte, aún no llega la inteligencia artificial: de momento la creatividad es cosa humana...
ResponderEliminarCada momento de la historía ha usado su ingenio para salir al paso de situaciones complejas ,necesidad o prosperidad.
ResponderEliminarMe vienen en mente, por citar algunos ejemplos :
El caballo de Troya en la Grecia antigua, El Timbaler del Bruc, en la Guerra del Francés, o las grandes explotaciones de caña azucarera , que por algo les llamaban “Ingenios”.
Sin olvidarnos de la maestra obra del ingenio con nuestro universal “Caballero
andante”.
Ingenio y creatividad van de la mano.
Capacidades humanas que quizás la IA irá desplazando…
Confiemos en que así no sea.
La necesidad agudiza el ingenio, como se dice popularmente.
A más tecnología, menos ingenio???
Una hipótesis que aquí lanzo.
Los sociólogos , en un fúturo ,tendrán un interesante tema de investigación.
Montse Casas