Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2022

El disfraz de la palabra

Acabamos de dejar atrás un tiempo de disfraces. Esperaba yo un Carnaval algo más lucido y sin embargo parece que este año se haya reducido al mundo infantil escolar, siempre bienvenido en calles y colegios, alguna muy puntual crónica televisiva y un par de chirigotas gaditanas vía WhatsApp. O yo he estado fuera de juego. El caso es que la ocasión festivalera tradicional me da pluma para referirme a otro tipo de disfraz que está en boga para quedarse, que me temo perdure y hasta se multiplique: el de las palabras “disfrazadas”. En este tiempo de nuestro entorno vienen apareciendo al uso diario palabras viejas con sentidos nuevos. Vocablos ciertos de expresión y disfrazados de aplicación, que vienen a actualizarnos coloquialmente en diversidad de temas que nos trascienden. Elijo para empezar “políticamente correcto”. Se aplica como definición del lenguaje destinado a no ofender a determinados grupos sociales. O sea, se pretende tapar expresiones naturales de condición, situación y consti

Sobre todo ¡no se altere! Después, reclame

Andamos a vueltas con personas y cosas, asuntos y negocios, que nos salen mal. Es demasiado normal la repetición de resultados frustrantes. Muchas veces sentimos desamparo en la búsqueda de remedios. Topamos con frecuencia con muros humanos reglamentistas y, en ocasiones, despreciativos. No trato de desconocer lo contrario -lo positivo- lo bien hecho. Lo que normalmente debería ser. Y acepto que algunas veces salgamos satisfechos de un “enroque”. De donde parto es del hacer bien las cosas como norma, como objetivo predominante del quehacer. De siempre he considerado que sólo existe un modo de acertar haciendo algo -casi todo- si nos empeñamos en no fallar. También estimo el error inevitable, que los hay, si bien con la debida previsión pueden acotarse. Y si fallamos, sirven para aprender y no repetirlos. Pero ocurre que se dan situaciones donde se ha errado, se ha confiado sin mesura, nos han confundido o, sencillamente, engañado.   Otras, los controles de seguridad, de calidad o de ef